Cuidar el planeta implica ser conscientes, incluso, de saber cómo elegir la fragancia adecuada.

Los perfumes suelen ser nuestro secreto mejor guardado. También el de los llamados “nariz”. Es decir, aquellos profesionales que se encargan de encontrar los matices olfativos. Personas que juegan con su creatividad y dan con la receta maestra que enamora a quien la lleva.

Sumado al buen olor que nos otorgan, las fragancias aumentan nuestra autoestima y muchas mejoran nuestras relaciones sociales. Y es que la primera impresión olfativa es tan importante como la que transmite la propia imagen.

Desde sus orígenes el hombre ha sido muy consciente del poder de un perfume. Por ejemplo, ya en la Edad de Piedra quemaba inciensos y maderas para aromatizar las cuevas.

Por su parte, en el Antiguo Egipto, mezclaban plantas y flores para elaborar ungüentos. Estos (además de proporcionar olor) tenían fines medicinales y religiosos.

En la China Milenaria se guardaban las hierbas aromáticas en saquitos olorosos que colgaban del cuerpo para perfumarse.

La industria ha evolucionado con el devenir de los tiempos. Por esta razón, la sostenibilidad se ha convertido en uno de los focos más importantes que sirven como brújula a la hora de crear nuevos perfumes.

Bien sea apostando por formulaciones respetuosas con el entorno, envases rellenables, reciclados y reciclables. O con el compromiso social y comercio justo con las personas o poblaciones implicadas en el proceso.

En definitiva, los nuevos perfumes tienen como propósito hacernos sentir bien pero al mismo tiempo respetar el planeta. Por esta razón, cada vez es más fácil encontrar en el mercado perfumes sostenibles, de los que resulta interesante hacer una selección cuidada.

Si te gusta el olor a higo este perfume sólido te encantará ya que es toda una oda a esta fruta. Philosykos viene en un bonito estuche recargable e ilustrado. Incluye una pequeña palanca que permite quitar el perfume consumido y rellenarlo de forma fácil y sencilla.

Precisamente los perfumes en formato sólido son una opción estupenda para evitar el consumo innecesario de plásticos. Además, resultan muy cómodos para viajar o llevar en la bolsa del gimnasio.

Aunque esta fragancia no lleva alcohol, su formulación permite que se conserve durante mucho tiempo sin perder sus propiedades.

Aplicarlo es muy sencillo. Debemos coger una pequeña cantidad, calentarla con la yema de los dedos y aplicarla sobre la piel en los puntos clave de pulsión. Estos son las muñecas, el interior de los codos y la nuca.

Se trata de una fragancia floral y cítrica que está formulada para mejorar la positividad. En el interior del frasco podemos ver unas pequeñas piedras semipreciosas.

Una de ellas es la citrina, una piedra que es cobre puro. El cobre puro es un elemento esencial para generar endorfinas. Además es símbolo de alegría porque representa la energía de la luz, la alegría, el bienestar y el sol.

Su formulación incluye elementos exclusivamente de origen natural. Por ejemplo, aceites esenciales y extractos de plantas con poderoso poder olfativo. Cabe resaltar, así mismo, que excluye PCM, ftalatos, CMR, filtros UV o agentes colorantes.

Todo esto la convierte en una fragancia 100% limpia.

Este perfume tiene un aroma envolvente que incluye entre otros, pachuli, pimienta negra y vainilla. Su lado más sostenible es gracias al ingrediente Aceite Oscuro de Pachuli de Sumatra. Este añade notas más profundas y cálidas al aroma ya térreo de la planta.

Este ingrediente lo obtienen en Indonesia, en seis ciudades diferentes y siempre de forma sostenible. Para garantizar que dicho aceite se obtiene de la manera más responsable y regenerativa posible, el equipo de Lush impulsó la inauguración del Centro de Permacultura Gayo Lues (GPC).

Se trata de una iniciativa conjunta entre el Centro de Información del Orangután (OIC) y la firma. El objetivos de los dos es medir el impacto de la permacultura en la regeneración de las tierras dañadas.

Rosa Rossa Forte es una explosión de rosas francesas, turcas y búlgaras, melocotón blanco sándalo y pachulí que no deja indiferente a nadie.

Esta fragancia tiene una formulación que incluye un 90% de ingredientes de origen natural. Un apunte interesante es que el alcohol que lleva es de remolacha francesa. El vegetal proviene de una cadena de suministro comprometida con la agricultura responsable.

El frasco es desenroscable, rellenable, reciclable y fabricado en Francia a partir de un 15% de vidrio reciclado.

Kit de manicura sostenible para cuidar del planeta

Esta fragancia es una sinergia de aceites esenciales con una base de almendras prensadas de forma artesanal. Estos elementos unidos tienen la propiedad de ser equilibrantes a nivel emocional.

Estamos frente a una alternativa que permite disfrutar su aroma de forma íntima. Y es que su estela es de corto alcance, pero tiene propiedades más allá de las meramente olfativas.

Entre sus ingredientes encontramos bergamota. Un cítrico que ayuda a elevar el estado de ánimo. También hay lavanda, un potente relajante del sistema nervioso central. Por último, contiene albahaca, una hierba aromática que tiene propiedades neuromoduladoras, y pachulí, que aporta serenidad y templanza.

Todos sus ingredientes son de origen natural. La mayoría de km 0. Además, su envase es reutilizable, lo que permite sacarle partido una vez se acabe.

Como último dato interesante a mencionar, viene en formato roll-on para poderlo llevar en el bolso y usarlo las veces sea necesario. Este formato es idóneo para aplicarlo tras el lóbulo de la oreja. También se puede adherir un poquito bajo la nariz para que actúe vía tópica y por inhalación.

Esta colección de perfumes sostenibles de la firma francesa ofrece seis versiones distintas y muy sugerentes. Estas son Vainilla y flor de sal, Jazmín y Bayas rosas, Salvia y Haba Tonka, Grosella y fruta de la pasión o Mandarina y Té matcha.

Su formulación es muy minimalista, ya que contiene los componentes imprescindibles, siendo el 87% de origen naturales. Incluso el alcohol es derivado de la remolacha.

Además de cuidar su composición, las fragancias vienen en una botella reciclable integrada en una caja de cartón. Este envase procede de bosques gestionados de forma sostenible e impresa con tintas vegetales.

El lema de esta firma es “Haz perfume, no la guerra”. Un mantra muy evocador que está presente en todas los perfumes sostenibles de la marca.

Y es que para sus productos emplean, exclusivamente, aceites esenciales orgánicos naturales de comercio justo. Lo hacen como parte de un plan de apoyo a las familias que viven en naciones que se reconstruyen después de una guerra o un conflicto.

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