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El Ministerio de Transportes británico ha dado un año y medio para que los aeropuertos del país instalen nuevas tecnologías que permitan escanear el equipaje de mano de los pasajeros sin tener que sacar nada de su interior, salvo que el escáner detecte algo que pueda resultar peligroso para el viaje. Eso significa que se acabará tener que sacar portátiles, tabletas y líquidos de las maletas de cabina para ponerlos en las bandejas. Se terminó mostrar el neceser del equipaje y poner en bolsitas de plástico los útiles de higiene, que por cierto es una de estas idioteces que nunca entendía en qué mejoran la seguridad. Además, el límite de cien mililitros de los líquidos pasará a ser de dos litros.
En el aeropuerto de Heathrow, recuerdo que una vez me hicieron sacar del neceser y tirar a un contenedor una botella de colonia comprada en EE.UU., que pensé que podía pasar por su tamaño. Pero resultó que el recipiente no era de cien centilitros, sino de cuatro onzas, lo que es un 10% más. De todos modos, quedaba menos de media botella, así que no contravenía ninguna ley. Sin embargo, discutir con un miembro de la seguridad aeroportuaria no conduce a nada, así que me limité a rociarme de arriba abajo con la colonia que me obligaban a echar a la basura.
Entonces el empleado hizo un número histérico como si estuviera a punto de ahogarse por culpa de mi elegante perfume, así que de inmediato aparecieron otros dos empleados de seguridad que me amenazaron con llevarme poco menos que al corredor de la muerte. Pedí disculpas en todos los idiomas posibles y al final todo se resolvió con una desagradable advertencia. Ni por un momento se me ocurrió decir que el empleado que tosía sin parar desprendía un olor a curry que me mareaba.
La tecnología de rayos X que incorporarán los británicos ofrece imágenes en 3D de lo que hay en los equipajes, además de emplear algoritmos de detección de amenazas muy avanzados. Esperemos que estas nuevas medidas se adopten en todos los aeropuertos y que pronto esta tecnología permita la revisión de las personas, evitando el striptease para pasar el arco de seguridad, donde, más que dirigirte al avión, parece que te conduzcan a la cárcel.
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